Fiestas

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El Casorio (ya no se celebra)

El casorio (o boda típica pescozana) solía tener lugar en el mes de Agosto, cuando terminaba la recolección de las cosechas. En estas fechas había poco trabajo en el campo y la gente podía dedicarse a los preparativos de la boda. Otro motivo para su celebración en esta época era el buen tiempo. También había motivos religiosos, ya que todos los casorios del pueblo tenían lugar siempre después de las fiestas de El Tálamo u Ofertorio, que solía celebrarse el primer o segundo Domingo de Agosto. En esta fiesta se conmemoraban los esponsales de la Virgen y existía la costumbre de que todas las bodas del año de celebraran con posterioridad (como ya hemos dicho anteriormente).

Los preparativos del casorio comenzaban varios días antes de la celebración del sacramento del matrimonio, con el sacrificio de los cabrones (o machos cabríos) el día anterior a la boda para el banquete nupcial, la elaboración de los dulces típicos (floretas, coquillos...), existiendo también la costumbre de llevar "chochos" (o altramuces), destinados para el convite posterior a la ceremonia en sacos de esparto al río, donde se dejaban durante 1 ó 2 días metidos dentro del agua y atados con cuerdas para que se endulzaran.

Al anochecer de la víspera de la boda, los novios, acompañados de los familiares, salen por el pueblo avisando a los vecinos al casorio con canciones típicas como el "Verdeguea". En esa noche, los novios celebran un baile, al que invitan a todo el pueblo.

Al amanecer del día de la boda, se cantaba la "Alborá" en las puertas de los parientes de los novios. Esta canción se solía entonar a coro, acompañada de almireces y castañuelas y lleva el estribillo de "El Verdeguea".

El día de la boda, antes de la hora señalada para la ceremonia, los padrinos van a recoger al novio y juntos salen hacia la casa de la novia para recogerla y dirigirse hacia la Iglesia. En este trayecto se solía interpretar el "Verdeguea".
El sacerdote espera a los novios en la puerta de la iglesia y se procede al acto religioso. Después de éste, se celebra un convite donde todos están invitados a comida y bebida.

Los quintos

Actualmente se ha perdido ya esta tradición.
Comenzaban el día de nochebuena por la tarde (24 de diciembre). Los quintos ataviaban a un macho cabrio con flores y adornos y le llevaban por calles y plazas al son de cánticos y bailes.

"Machorrita, machorrita
bien te lo decía yo,
que el 24 en la tarde
sería tu perdición"

Aproximadamente por el mes de marzo era el día de la talla, donde los mozos quintos invitaban a comer un "guisado" a sus familiares y amigos.

Fechas

Ya no se celebran.